¿CÓMO VESTIREMOS ESTA PRIMAVERA SEGÚN LOEWE?
- Noemí López Sánchez
- 2 dic 2023
- 3 Min. de lectura
Jonathan Anderson apuesta por el quiet luxury en la última colección de Loewe. La temporada de primavera/verano 2024 en esta casa se caracteriza por la inclusión del bolso Squeeze, las prendas atemporales primando la sastrería, los zapatos planos y los toques metalizados.

La puesta en escena sirve de adelanto al minimalismo que primará. El desfile tiene lugar en una gran carpa blanca en el patio del castillo de Vincennes, donde se dispone una pasarela blanca, unicamente interrumpida por algunas esculturas metálicas de color dorado y negro firmadas por la artista Lynda Benglis.

Los looks presentados dejan atrás la logomanía que primaba en la marca, ahora apuesta por prendas lisas solo interrumpidas por tartar en algunos de sus looks. La ausencia de estampado ayuda a destacar la variedad de tejidos como la piel (en cuyo tratamiento destaca la marca) y la micro pana.
Predomina el uso del punto, no solo en coloridos jerseys que aportan un poco de color a una gama cromática bastante neutra, también juegan con la silueta que proponen, como es el caso de los cardigans que actúan como capas y que se decoran con grandes botones dorados.

Unos de los outfits más llamativos por la innovadora silueta que proponen están formados por una camiseta o jersey que a la altura de las costillas es interrumpido por un pantalón de traje recto con un tiro más alto de lo normal, aunque el pantalón de traje en diversas variantes es una de las prendas más repetidas.

Un factor sorprendente ha sido la atemporalidad de los looks como las faldas asimétricas con volantes con jerseys, los conjuntos de bermuda y camiseta de piel o la chaquetas larga trench con una solapa levantada en tonos oscuros y apagados, con los que apenas podemos distinguir si se trata de una colección de primavera/verano o de otoño/invierno.

Esta misma línea de lujo silenciosos se ve muy potenciada en los dos últimos outfits con los que cierra el desfile, ambas propuestas dentro de la categoría de prendas de noche. Por un lado, un vestido blanco cuya parte superior es un cuadrado atravesado por una aguja dorada, cabe mencionar la presencia de esta aguja en varios conjuntos presentados a modo de cinturón. Finalmente, presenta un traje de sastre negro, cerrando el desfile con el culmen de la atemporalidad y el lujo silencioso.

Ante esta colección que llama a la versalidad, la apuesta en los bolsos es clara, tamaño medio y de hombro, en especial por el modelo Squeeze. Los zapatos también seguirán esa línea de comodidad y adaptación a cualquier momento con la priorización del zapato plano frente al tacón, así los outfits tanto de día como de noche se ven acompañados la mayor parte de veces de cangrejeras o, prenda estrella, de bailarinas de glitter. Finalmente, en cuanto a joyas se puede apreciar su uso para darle elevar el outfit al incorporar en algunos de los más básicos brazaletes grandes con estructura en tonos metalizados, anillos brillantes pero armónicos y pendientes que aporta un toque de brillo y color sin llegar a ser maximalistas.
En conclusión, estamos ante una colección muy prometedora con un trasfondo que cada vez cala más hondo en el mundo de la moda, la apuesta por prendas para toda la vida. Una simplicidad muy inesperada por parte del creador del bolso paloma o de los stilettos recubiertos de globos pero que refleja su versatilidad. Un regreso a la idea vintage de un básico para toda la vida que las firmas fast fashion no podrán imitar.
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